
Pampa Pa’ Que Te Quiero, Pampa Mal Criadora...
Parlante inusitado de la desolada pampa chilena, narrador de historias con brebajes adictivos, escritor hecho a puro ñeque nortino.
Hernán Rivera Letelier traspasa en muchos de sus pasajes literarios, el impulso recurrente de encapsular imaginativamente a quienes la vida, no les ha tratado tan bien.
La jarana insistente de s
eres que pretenden evadirse en el trago amigote, forma parte de la etapa más mágica y fecunda de este contemporáneo novelista nacional, que en estos días acaba de lanzar: "Romance del Duende que me Escribe Novelas".Pero la afición, que pueder rayar en lo obsesivo, por emplear el correcto uso del contundente idioma español es característica de sus escritos. Porque tal cómo lo confiesa el propio creador de "La Reina Isabel cantaba rancheras", el enamoramiento hacia alguna palabra algo en desuso, lo convoca a una metodología íntima de recorrer hasta lo más inverosímil de nuestra lengua.
"Yo soy un amante de las palabras y antes de ponerlas las peso y las sopeso, de tal manera que calcen como un diamante. Por lo mismo, soy un coleccionista de diccionarios... Acabo de descubrir la palabra fárfara, hermosísima...", contextualiza el literato chileno.
Así haciendo caso omiso a quedarse empantanado en el lodo del narrador acomodado y
desafiante a la críptica escena literaria, que en un principio tendió a rechazarlo, Rivera Letelier se derrama emotivamente en cada página. Asegurando que es acompañado de un duende irrisorio, el cual coloca énfasis en las cuestiones más simples de lo cotidiano,
para luego "soplarle" en seguir concretando sus ansiados sueños.Y en ese sentido asoma la figura del minero sudoroso, que contrasta frente a lo vertiginoso de las bulliciosas ciudades, pero que nos retrotrae a parte de nuestra historia más pura.
Quizás, diciendolo en otra forma o acomodándose en el tono adecuado, Rivera Letelier es el pampino errante que se sube a la micro de la contingencia aturdidora y lanza sus sutiles melodías, entonando fervorosamente: No nos olviden. Nosotros también somos parte de ustedes.






















