domingo, marzo 25, 2007

De lo bueno, poco

Es grato o sencillamente apaciguador, entre tanto ajetreo de esta ciudad convulsionada frente a los cambios profundos en el sistema de trasporte colectivo, un saludable respiro.
Porque que más da, hay que bancársela por dónde se le mire.
Y si justo te tocó -más encima- el número de espera eterno que reparte las odiosas maquinita rojas en aquella repartición pública o empresa burocrática circunstancial, es mejor que eches a mano algún libro amigable que requiere de lectura puntual para aliviar el “panorama”. (No siempre el Ipod o los compactos sistema de reproductores musicales lo matizan todo).

Sobre lecturas que en la dimensión de párrafos resultan más breve, pero no por ello de menor consistencia argumental... De eso precisamente, da muy buena fe el prolífero escritor e iconoclasta periodista uruguayo Eduardo Galeano en su libro “Bocas del tiempo”, (Editorial Madrid : Siglo XXI, 2004).
Porque es acá dónde, sin ariscar la nariz, lanza reflexiones instintivas que llaman a darle más una vuelta de tuerca. Y que deberías, por lo menos, considerar...


La Pobreza

Las estadísticas dicen que son muchos los pobres del mundo, pero los pobres del mundo son muchos más que los muchos que parecen que son.
La joven investigadora Catalina Alvarez Insúa ha señalado un criterio útil para corregir los cálculos:
-Pobres son los que tienen la puerta cerrada-dijo.
Cuando formuló su definición, ella tenía tres años de edad. La mejor edad para asomarse al mundo, y ver.

El Murciélago

El conde Drácula le dio mala fama.
Aunque Batman hizo lo posible por mejorarle la imagen, el murciélago sigue provocando más terror de gratitud.
Pero el símbolo del reino de las tinieblas no atraviesa la noche en busca de pescuezos humanos. En realidad, el murciélago nos hace el favor de combatir la malaria cazando mil mosquitos por hora y tiene la gentileza de devorar los insectos que matan las plantas.
A pesar de nuestra calumnias, este eficiente pesticida no nos enferma de cáncer ni nos cobra nada por sus servicios.

Familia

Jerónimo, el abuelo de José Saramago, no tenía letras, pero era sabido; y callaba lo que sabía.
Cuando se enfermó, supo que había llegado su hora. Y calladamente caminó por el huerto, deteniéndose de árbol en árbol, y uno por uno los abrazó. Abrazó a la higuera, al laurel, al granado y a los tres o cuatro olivos.
En el camino, un automóvil esperaba.
El automóvil se lo llevó hacia Lisboa, hacia la muerte.




- Galeano en otra sintonía, en una más preocupantemente olvidada. Colócale oreja, pestaña y ceja.

domingo, marzo 18, 2007

Algo de Alguien

-La música, al igual que otras creaciones artísticas, cuando poseen un real trasfondo de solidez pueden apoderarse para sí solas de la expresión “atemporalidad”. Y este tema- que ya tiene casi cuarenta años- nació en el contexto de una agrupación absolutamente consolidada que buscada con inconsciencia, otras texturas en cuánto a la autoría de sus letras. O mejor dicho y siendo más riguroso, esta fue la primera canción publicada que se coló entre el dueto iluminadísimo de temáticas encabezada por John Lennon y Paul McCartney, en el álbum “Abbey Road”.
Es “Something” la clásica composición de George Harrison, que en aquel minuto se pensó erróneamente que fue inspirada en su entonces esposa Pattie Boyd. Es “Something” la melodía precisa que encapsula líneas que no suenan repetidas ni cursis, menos triviales para decir que existe ese algo bien escondido, detrás del alguien repentino.

sábado, marzo 10, 2007

Algunas Palabras...
Las Próximas Algo Bolivarianas

Dicen que cuando una madeja de lana más se enreda siempre aparece, cuál mágico indicio, una punta para comenzar a desenrollarla.
Y tuvo que pasar bastantes recovecos en las letras lanzadas por el poeta venezolano Eugenio Montejo, para que su actuar bastante obstinados en crear diversos espacios en la difusión cultural fuese más reconocidos por muchos. Por la mayoría, más abúlica e indiferente.
Bastó que el actor Sean Penn en una de las escenas recordables del film “21 Gramos”, dirigida por quién en estos días acapara cinematográficas portadas Alejandro González Iñárritu, citara el poema “La tierra giró para acercarnos” de Montejo y el interés en hojear sus obras se hizo patente.
Es que lo enriquecedoramente zigzagueante de su prosa llama y envuelve. Cobija. Pero, a la vez remece en forma lapidaria. Para muestra, les dejo estas líneas...

Vuelve a Tus Dioses Profundos

Vuelve a tus dioses profundos,
Están intactos,
Están al fondo con sus llamas esperando,
Ningún soplo del tiempo los apaga.
Los silenciosos dioses prácticos
Ocultos en la porosidad de las cosas.
Has rodado en el mundo más que ningún guijarro,
Perdiste tu nombre, tu ciudad,
Asido a visiones fragmentarias,
De tantas horas ¿qué retienes?
La música de ser es disonante
Pero la vida continua
Y ciertos acordes prevalecen.
La tierra es redonda por deseo
De tanto gravitar,
La tierra redondeará todas las cosas,
Cada uno a su término.
De tantos viajes por el mar,
De tantas noches al pie de tu lámpara,
Sólo estas voces te circundan,
Descifra en ellas el eco de tus dioses,
Están intactos,
Están cruzando mudos con sus ojos de peces
Al fondo de tu sangre.

Eugenio Montejo (Terredad, 1978).