miércoles, junio 28, 2006

Las Secciones Principescas de Mercury Rev

Ya lo decía claramente el propio Jonathan Donahue, luz natural de este proyecto musical parido al inicio de los noventas, frente a los micrófonos inquisidores de quienes tardaron bastante en reconocer en los méritos artísticos de Mercury Rev a aquella banda seminal del Rock crepuscular y busquilla: “Nuestras canciones son muy sencillas de tocar. Las pensamos como si fueran un libro infantil, como El Principito... Hay una simbología, una representación mágica de algo para lo que no puedes encontrar palabras. Por eso somos apasionados creando música, porque representa sensaciones para las que no encontramos palabras”.

Entonces es comprensible, al leer las palabras vertidas por el guitarrista estadounidense, que el penúltimo álbum “All is Dream” grabado en las montañosas latitudes de Catskill al noreste de Nueva York a finales del 2000, refleje ese instinto calmo de quién se maravilla con lo simple.
“Cuando eres un niño sólo tienes un mágico y misterioso sentido de que todo está allí para ti. Al romperse eso, emerges como un adulto”, sentencia el músico en la producción que da, en términos generales, la espalda al guitarreo de Noise psicodélico más acérrimo tan característico en sus primeros sonoros trabajos.

Melodías muy sosegadas, dignas del más placentero manjar sensorial para conseguir reencontrarse con aquellos brazos acogedores del sueño etéreo... Llámese, a la vez, evocadoras de los deliciosos compases que, dejando de lado cualquier prejuicio entorpecedor, indican que sí de rockeros se trata también se puede esperar canciones puramente enternecedoras.
Era que no...

martes, junio 20, 2006

Psico Maga

Se nos fue Stella Díaz Varín.
La poetiza chilena que iluminaba con su encendida cabellera las tertulias literarias, tan irracionalmente inusitadas en la Generación de los ’50, murió la semana pasada.

En compañía de sus cercanos y entusiasmada porque se había ganado junto a la periodista Claudia Donoso un Fondart, para seguir adelante con “Stella Extragaláctica”, un libro de tono autobiográfico que se combinaría con otra de sus pasiones: la cocina popular.
Decían, quienes tuvieron la gran oportunidad de compartir con ella, que tenía aquella mano privilegiada para preparar caldos sustanciosos y lanzar combos precisos. Claro era, si la ocasión y personaje de por medio lo ameritará.

Para variar nuestra inconsistente prensa ignoró, exceptuando algunas breves líneas, la noticia.
Seguro que los últimos amoríos del “astro” futbolero o los malos entendidos faranduleros tenían copada las páginas. Y seguro que si fuese sobre mis hombros que recayera la tarea de “armar la pauta” de cualquier medio de (des) comunicación en esa fanfarrona sesión denominada como “Cultura y Espectáculos”, no duraría ni una semana en dicha labor.

Por lo pronto, me quedo con las palabras lanzadas por Magdalena Fuentes (Secretaria General de la Sociedad de Escritores de Chile, SECH), en el descanso fúnebre: “Nuestro país no ha perdido a una poeta, porque la palabra de Stella no se perderá en el silencio. El furor luminoso de su verso seguirá resonando en cada uno de nosotros... Dignidad al hierro y fuerza de coraje, claridad para conocer a las personas con sólo una mirada, como ella acostumbraba hacerlo”.

domingo, junio 18, 2006

El Piano Bar de Echenoz

Un pianista que debiera de ser dichoso en el escenario pleno, pero que se siente paralizado por el atormentante acompañante del “pánico escénico”. Una vida demasiado trivial, sin “grandes apuros” que pudiese llamarse grata.
Detalles que afectan a dicho músico, instancias del pasado que vuelven una y otra vez. Una mujer, la vieja historia que se niega a acabar.
Hasta que su vida es literalmente asaltada por desconocidos, quienes lo envían a aquel lugar más que confuso.
¿Purgatorio, imágenes destellantes que lo atacan, ansias de lo que se debiera y no fue?...

Esta historia, la cual se fortalece por los llamativos rincones narrativos que explora con precisión lingüística, es otra muestra más de la capacidad abrumadora del relato compacto y minucioso del escritor francés Jean Echenoz.
Con la primicia argumental tan empleada y recurrida de que habrá después de la vida terrenal, este literato que ha cargado sobre sus creativos hombros numerosos premios se proyecta a la estampa del “fantástico narrador de lo inexplicable”.

Por supuesto, la persistente duda matizada con lo naturalmente jocoso que resultan algunos pasajes son unos de los factores distintivos de su reciente entrega: “Al Piano”. (Anagrama- 2004).
“El relato de un desplazamiento es el soporte ideal para una frase con ritmo, que organice esos movimientos. Eso es algo liberador... No me veo escribiendo un libro a puertas cerradas”, responde Echenoz frente al vertiginoso actuar geográfico que sufren sus personajes. Algo que es muy evidente cuando se trata de un autor que ha establecido su voz circunstancial en sucesos naturales adversos, con las características de terremotos o aventuras inusuales en el espacio.

Cómo para tenerlo a mano en el noctámbulo velador del presente invierno.

viernes, junio 09, 2006


El Húmedo Efecto Mirage

Sus ojos elocuentes y algo perdidos, siempre suelen estar al servicios de los intensos personajes que ha interpretado. Desde la incursión cinematográfica en la malograda película “Salto al Vacío”, el cineasta vasco Daniel Calparsoro se convirtió en bastante más que aquel director que realizó las primeras apuestas artísticas en ella. Por algo, el muy truhán probó sus tentadores labios.

Incluso nuestro cercano Alejandro Amenábar la proyectó en el esquizofrénico rol de quién quiebra de cuajo la vida del hedonismo actuar de César (Eduardo Noriega), en su segunda entrega audiovisual titulada “Abre los ojos”.
Ella es de nombre impronunciable, con orígenes jordanos y más de alguna vez fue nominada a los premios Goya, por sus actuaciones en “Los Amantes del Círculo Polar” y “Lucía y el Sexo”.

Claro es ni más ni menos que Najwa Nimri, la guapa que también explota sus inquietudes cadenciosas con aires electro contemporáneos, que gracias a unos cuantos álbumes en el cuerpo sigue explorando en solitario los sonidos tenues y algo sedantes.

“Walkabout” es el nombre de su última entrega musical que consta de temas cantados en inglés y uno, para incrementar la masculina imaginación algo torcidamente malula, en un íntimo francés.

Una grata sensación musical, nada de rupturista, acompañante ideal para las tempraneras caminatas invernales.

viernes, junio 02, 2006

Cohen es el Hombre

El sólo intento de representar su figura artística, ya es una tarea compleja.
Los recomenzares introspectivos, conjugados al dinamismo del siempre inquieto creador, yacen templados en su dilatada carrera que dio los primeros pasos junto a la guitarra cómplice, en plena década de los sesentas.


Tan señorial como lo permite quien experimenta por más en las melodías. Tan malditamente mujeriego, sólo atribuible a la labia del poeta no asumido. Tan formal o elegante como su nombre lo indica, Leonard Cohen parece no incomodarse al recibir tanto halago y tributo merecido.
Sí en su momento Neil Young, su rockero compatriota, encabezó la lista de quienes le expresaban reverencias; el paso siguiente caía de cajón.

Porque parafraseando a una de sus canciones más “masivas”, “I’ your Man” es el documental que la novata directora australiana Lian Lunson no se cansa de inhibir en el circuito de festivales cinematográficos europeos.
Desde la interpretación de Jarvis Cocker para el clásico “Diamonds in the Mine” hasta legendarios interpretes con el renombre de Nick Cave, aparecen en una cinta simple que significó una inyección anímica en el propio Cohen.
Esto último provocado por las controversias de la demanda judicial que debió enfrentar al ganar un litigio contra su ex representante y pareja.
Pero, las polémicas recompensaciones económicas no son la prioridad vivencial en un multifacético personaje que -haciendo gala del humor negro- ríe de él mismo. Claro es que a su manera y corriendo el riesgo de ser tildado de pretencioso oligofrénico, se atreve a asegurar: "Soy alguien poco locuaz en lo diario, distraído y algo mal genio. Tengo mis parámetros en muchos sentido y no los quiero enjuiciar. Menos perder las horas en cuestionarlos, pese a que el tiempo siempre termina pasando la cuenta... La impulsividad y las ansias permanentes quedaron en el camino, lo que me satisface bastante. Pero que va, he grabado muchos discos de lo cuales me siento orgulloso y de los otros no me responsabilizo. Sólo sonrío".


Aunque bastaría con remontarse al característico tonito monótono y temática ensimismada, muy bien graficada en sus antojadizas publicaciones poéticas, para descubrir la esencia irónica que plasma sutilmente. Esto ya que su “lenguaje confesionario”, lo hacen desfilar por las líneas menos explícitas. Algo que es bastante apreciable en “Avalanche”, el primer track del clásico álbum “Song of Love And Hate” editado en 1971, del cuál Cohen sentencia: “Planté el pie en una avalancha que cubrió mi alma. Cuando no soy este jorobado que ves, duermo bajo la colina dorada... Tú, que deseas conquistar el dolor, debes aprender. Aprender a servirme bien”.