miércoles, agosto 22, 2007

Las Ultimas “Notas”

Hace bien, muuuyyy bieeennn, relajarse y darle otras relecturas más jocosas o menos ceremoniales a la muerte. Es que cuando nos llega la hora de aceptar la presencia de la pelá, muchos no reparan en lo que llegan a significar o decir los epitafios. Pero, ese trabajo tan particular se lo dio el multifacético comediante cubano Pepe Pelayo que- por diversas razones antojadizas- anduvo revoloteando en las lápidas de los cementerios para recolectar dichas últimas palabras.
Algunas suenan a tragicómicas, otras derechamente inauditas. Todas ellas se desprenden de su amigable libro “Risas post mortem”, publicado por Editorial Grijalbo, en 2003.
Y como logró arrancarme más de una carcajada, he acá mi propia selección desprendida de su llamativa e ilustrada obra:

“Aquí hace María, la piadosa,
La que nunca conoció la cosa”.

“A mi marido fallecido
Después de un año de matrimonio.
Su esposa,
Con profundo agradecimiento”.

“La muerte está tan segura de ganar,
Que te da toda una vida de ventaja”.

“Aquí yace el bohemio Blas,
Descanse en Pub”.

“Aquí yace mi mujer, fría como siempre”.

“Ya no tengo que levantarme de noche para ir al baño”.
“Aquí yace enterrado, uno que quería ser incinerado”.

domingo, agosto 05, 2007

De lo sacro al vacío, por Rozz Williams y su legado musical

Fue en parte gracias a los torcidos programas radiales conducidos por el periodista Rolando Ramos en radio Rock & Pop a mediados de los 90’s y la avalancha de información rescatada de la especializada publicación madrileña “Maldoror”, que mis oídos convergieron en melodías más lúgubres y oscuras.
Así después de pasar un caótico período prendido del axioma Punk por excelencia, que mis tímpanos ponían atención a la vocalización “sensatamente” depresiva de Ian Curtis y los eclécticos sonidos étnicos de Dead Can Dance.
Pero, la cuestión era clara y categórica: faltaba ese espíritu nihilista, escéptico y avasallador que encendiera aquella mecha disonante.
Y no sabría precisar en que desvarío personal fue que conocí la música creada, en sus diversas propuestas, de Rozz Wiliams.
Nacido en California, bajo el nombre de Roger Alan Painter este adolescente siempre sintió que los remecedores discos del Bowie más apocalíptico y setentero, fusionado al actuar subversivo de aquella emergente escena Punk estadounidense serían los impulsos regenerativos a perseguir.
Dentro de ese alienante contexto introspectivo el deambular en rudimentarias bandas, muy básicas en cuanto a instrumentos tradicionales, sería el paso natural para que este chicuelo diera rienda suelta a su palidez extrema y pariera en 1979 su engendró más célebre: Christian Death.
De paso ese concepto corrosivo de DeathRock -que se amparaba en las clásicas películas de terror, literatos demenciales y en un relegado subgénero con guitarras dolientes que cantaban a lo macabro en plena década de los 50’s- calaría de cuajo primariamente en una marginal generación algo ya cansada de vitorear a David Letts al mando de The Damned.
Álbumes de las características de “Only Theatre of Pain” (1982), “Catastrophe Ballet” (1984) y “Ashes” (1985) son catárticos pasajes creativos emanados por Rozz Williams y sus fieles compañeros de andanzas, que alzaron hacia lo perversamente malsano sus melodías congruentes con el dolor más intenso.



Rozz Williams fue encontrado, en su departamento al oeste de Hollywood, ahorcado el 1 de Abril de 1998.
En el lugar no se encontró ninguna nota de suicidio, aunque la depresión endógena sumada a sus dilatadas adicciones por las drogas fueron conductas transversales en su vida. Entre sus múltiples proyectos musicales paralelos a Christian Death, pese a que por varios años fueron mucho más prioritarios en sus ocupaciones artísticas diarias, estaba el ambientalmente industrial Premature Eyaculation. Aparte de Daucus Karota y Shadows Proyect, este último integrado también por su entonces pareja Eva Ortiz.