sábado, junio 30, 2007

Menos por menos da más...

Desde hace buen un rato, de aquellos que deberían de prolongarse en consistentes puntos suspensivos, pretendo conocer profusamente a los escasos amigos que están presentes. Porque entre tanto ajetreo por los deberes laborales y otros ítem más reconfortantes, en términos emotivos, la prioridad de hurguetear obsesivamente en quienes se encuentran más cercanos me demanda un tiempo que tiene un valor incalculable.
Además cuando los años más me atacan, las pequeñísimas y microscópicas historias cautivan mayormente mi atención. Eso, en desmedro, de aquellas grandilocuencias superlativas que antes parecían despertarme el instinto del “saber”.
Por decirlo con otras antojadizas expresiones, la avalancha que traía novedades en diversos ámbitos ahora da paso a lo sencillo y sigiloso que esconden muchas personas. A lo que quieren decir y debieran de enunciarlo explícitamente, pero que dudan en verbalizarlo por las más caprichosas e inconducentes razones... Eso si nace el terreno de las confianzas mutuas.
(...).
Lo que guarda una mirada con sus más enraizados recovecos, debería de importarnos mucho más de otros aspectos secundarios. Y esto, sin caer en las típicas frases hechas que hasta al expresarlas suenan mal.
Todo mal.
Mejor los dejo con estas melodías precisas que decodifican milimétricos y simplista compases, dignas depositarias de la herencia tranquilizadora proveniente del oriente, sumadas a la electrónica amable. Es que con Lullatone, siempre se agradece que menos sea más.

sábado, junio 23, 2007

*París

París es una puta muy cara para mí. Una puta escondida en el ademán aristocrático de una señora elegante, algo madura ya, aunque con todos sus encantos intactos. Esta altiva mujer te mira (si te mira) por encima del hombro y no te deja ver ni la uña del meñique si no pagas por ver. Yo no conozco ni de lejos los hondos atributos de esta mujer fatal, fatua y fascinante. La he visto en superficie, y muy cubierta, ensimismada en el espejo de su propia belleza. Desde muy malos puestos le he admirado, borracho de embeleso. Pasa muy lenta, seria, envuelta toda ella en velos, pieles, sedas, nieblas, lluvias, celada en los colores sobrios de su leve maquillaje, atiborrada de joyas, dejando a su paso un halo luminoso y una estela cargada de ese irresistible perfume que se llama desdén. He llegado a ofrecerle, como un ruego, todo mi patrimonio por una sola noche, por una hora entonces, por un minuto pues. Pero no basta, es poco, muy poco, muy poco para ella. Ni siquiera responde y me manda un recado desdeñoso con los criados: que soy un insolente. Pagando gruesas sumas, de su mansión tan sólo me ha dejado entrar en los ruinosos cuarticos de la servidumbre. Allí he pasado las noches en vela, sobre colchones malos y mugrientos, sin poderme permitir un baño, haciendo pipí en el lavamanos, todo por la esperanza de verla más ligera de ropa detrás de los cristales de sus aposentos. No, no la he visto jamás. Me ha dado de comer las sobras de su almuerzo: no la he oído cantar; no ha dado un paso de danza en mi presencia: no he podido admirar la que imagino delicada curva de sus pantorillas ni el muy obtuso ángulo de sus abiertos codos; entregaría un ojo por sólo una sonrisa suya, que me permitiera ver la iluminación instantánea de sus dientes. Nada. Esta altiva señora es una puta muy cara para mi.

*Las líneas vertidas por el escritor y periodista colombiano Héctor Abad son unas de las tantas que tratan sobre los amoríos tan intensos entre la literatura, con la inspirativa capital francesa, en el libro “El País de las Palabras”. (Editorial Grupo Norma). Y gracias a la cuidada presentación, se aprecia el trabajo fotográfico del bonaerense Daniel Mordzinski retratando a diversos escritores latinoamericanos y su estrecha relación con la ciudad gala. Entre algunos de ellos figura: César Aria, Jorge Amado, Eduardo Berti, Juan Carlos Botero, Elsa Osorio y Alvaro Mutis.
De este modo, con el marinaje preciso entre los textos con texturas precisas de los escritores y las imágenes capturadas por Mordzinski, se puede efectuar el idílico viaje mental hacia tierras francesas...
Dicen que soñar es gratis.

miércoles, junio 13, 2007

A lo que Junio, es de Junio

Volátil

Tú andar
Es como el de un pájaro,
Un ser que no quiere
Terminar su vuelo
Para mejor así
Enamorar al mundo.

En mi bolso...

Aquí en mi bolso
Llevo tu presencia
Pareciera estar colgada de mi brazo.
Permíteme otra vez,
Llevarme ese recuerdo


Mientras pasan las horas Ese día

Cuando venga la tristeza
a tocar tu puerta
dile que yo te espero
con toda mi dulzura
y no le quedará más remedio
que desvanecerse en el viento.
Mientras pasa el día.


-No necesariamente la lectura grandilocuente del silencio es la única y oficialista que genera las expresiones poética. Y aunque los aforismos rotulantes siempre vuelven mi mirada aún más introspectiva en las lecturas que alientan el previo estado al sueño, los mensajes más directos también me parecen relajantes.¡No le des más vueltas!. Intenta decir Carolina Undurraga Saavedra, una joven poetiza nacional que alterna sus íntimos escritos literarios con el mundo publicitario que la alberga laboralmente. En su libro “En busca de mis sueños perdidos”, editorial Hundu Editores, se encarga de describir parte de lo que es y proyecta.