lunes, diciembre 31, 2007

Regalo
Hoy estuve dándome vuelta con tu regalo durante todo el día, estuve allí, miré, olfateé, pensé que finalmente caminarías serena cerca de mi auto, deambulé y pretendí hasta tocar la puerta. Tú puerta, la de tu casa… Me abstuve, no podría ser tan imprudente, tan desatinado.

Me volví con el regalo/obsequio/pegote. Nos acompañamos, pensé en invitarle un trago, algo fuerte en un Pub a la hora del Happy Hour. Pero, tú muy conducente regalo tan circunspecto no lo admitió.
Sabía que debía de llegar muy sobrio a tus ojos cuando te enfrentarás a él, mañana, hoy, en el trascurso de la sobrecargada semana que se teje entre Navidad y Año Nuevo.

Me reclamó, dijo que no sabía que de buenas a primeras sería pospuesto. Qué cuando me lo traje de la concurrida tienda y aceptó venirse, visualizó que sería abierto esta misma noche con muchas ansias. Qué romperían su encuadrado papel resistente, que lo mirarían un buen rato con esos ojos de primeras vistas que dicen tanto.

Finalmente tuve que parar en un mirador cerca de mi trabajo, con todo el calor incluido, ordenar las ideas, sincerarme y calmarlo. Aparte de explicarle que estabas ocupada, que no manejas siempre los malditos horarios, tuve que contentarlo como quien trata de calmar a su pequeño hijo y extraerlo de ese estado hipnótico/demencial en la abrumadora pataleta. Hijo de pocos años, claro está.

Tu regalo sonrío, dijo que esta era noche buena y mañana Navidad… ¡Horror!.
Allí concluí que a lo mejor, había confundido mi típica botellita de agua mineral por otro bebestible con algunos grados de alcohol.

Miré hacia todos lados y sólo atiné a arrancar el motor del vehículo e irme lo más rápido posible.
Llegué a casa, observé los mensajes de texto en mi teléfono y no supe mejor forma de explicarte todo.

lunes, diciembre 10, 2007

Death Cab for Cutie - "Lightness"


Sólo una guitarra propia y mía, serviría para dejar huellas y decir lo que deba decir. Sólo unas cuantas notas amigas, la melodía compungida que me llevaría y esa paciencia que contrasta en el rigor resplandeciente de tu mirada y esos ojos rotulantes, que me siguen embelesando.
Es que las cosas con trasfondo se dicen así, no tan directamente, pero se dicen al mirar continuamente a ese quien afortunado, a esa dualidad que cuaja a la sinrazón más afectiva.

Sólo en la continuidad que genera una bella entonación en aquella guitarra acústica, reflejaría una historia con todos los pormenores más superfluos en contra.
Habrá que seguir creyendo.