Insufribles???

Si me río mucho o atiendo bien por teléfono a tus amigotes, dices que soy "coqueta".
Si ando en extremo seria, lavando los ceniceros y apagando la televisión, dices que estoy con "mi periodo".
Si sé cocinar, dices que soy monotemática.
Si gimo mucho en la cama, piensas que recurro a mi ¿memoria sensible?. (¡Digno titular de revista femenina de papel couché!).
Si acostumbro a lucir mi cara deslavada, afuera de esos maquillajes que saturan, dices que estoy pálida como muerta.
Si ando con un cosmetiquero, me miras lanzando la ironía visual y meneas la cabeza.
Si colecciono objetos raros, pongo atención a datos culturales o me detengo en la disquería precisa, dices que tu madre no tenía ese tiempo para perderlo. Ob-vi-o, de obviedad absoluta.
Sí sé sobre ofertas de tallarines y medicina alternativa, dices que lo primero lo aprendí de tú mamá (Enhorabuena) y lo segundo (sin comentarios) de la mía.
Sí escribo en un Blog, opino mucho en la reunión de apoderados y personalizo con alguna canción mía el celular, empiezas con que "siempre quiero ser centro de mesa".
Si exijo detalles lunáticos, me gusta toquetearte en lugares públicos y prohibitivos (entiéndase por probadores de multitiendas o pasillos de lácteos en el supermercado), concluyes que me quedé pegada en el pololeo. Pero, igual te gustan...
Así como cuando empiezas con el asunto que cuando quiero soy "amorosa" (ese apestoso término tan arraigado en tus tías del sur) y reconoces que más bien, y por eso te fijaste en mi, que tengo un carácter fuerte. Que soy extrovertida naturalmente por lo que estudie y que las ojeras marcadas me lucen bien. Más encima, igual terminas escuchando los cedes de Dead Can Dance.
¿Entonces en que quedamos?. Perdón, ¿Pero, dónde me perdí?.
Seguro que es el famoso stress de fin de año.


*Las pinturas que acompañan estas inconducentes líneas, pertenecen a la artista sevillana, Marían Angulo.