Orson Welles: Adictiva Sed de Más

Elogiar la lúdica figura cinematográfica de Orson Welles, después de innumerables reconocimientos mundiales, sería redundante. ¿Que se puede decir referente a un innovador en toda la expresión del concepto, que con sólo 25 años comenzó a sentar tan trascendentes obras audio visuales?.
Desde su primera película, llamada en un principio como “American” y rebautizada finalmente como “Ciudadano Kane”, aportó una nueva mirada a la convencional industria hollywoodense.
En plena década de los cuarenta, se atrevió a romper el tradicionalista orden cronológico para contar con variadas perspectivas, la trama más analizada del cine contemporáneo.
Su prioridad fue representar, en forma creativa, el trascurso del tiempo retrocediéndolo en precisos Flashback, para dar indicios lejanos, confluyéndolos con otros más esclarecedores.Utilizando elementos de la técnica fotográfica, como la profundidad de campo, narró la vida del millonario Charles Foster, propietario de varios poderosos medios de comunicación, haciendo una clara alusión al entonces magnate William Randolph Hearst.
Por explicarlo de otra forma, Welles fue uno de los pioneros en emplear con rigurosidad los diversos planos, dentro del sincrónico encuadre. También, se preocupó minuciosamente de cada detalle en las escenas, desafiando un segundo trasfondo para el espectador.
Quizás lo más llamativo a simple vista son las tomas desde ángulos inferiores, que retrataban a los personajes, como dominantes y, a la vez, atrapados. Además de ese condimento extra, ejemplificado por la iluminación, cuando se refugia en contraluces que entregan el perfil psicológico y dramatismo circunstancial.
Un juego narrativo que, actualmente, puede resultar primitivo. Pero, esencial en trasmitir con imágenes o clarificar más el consistente guión.
Porque definitivamente los sutiles códigos utilizados en la influyente “Ciudadano Kane”, pese a lo uniforme que la historia pareciera ser, terminan por descolocar hasta al más exigente receptor.