Jesus And Mary Chain: O el Ruido Ruidoso Desigual

En ese rincón inhóspito, donde el ruido punzante gana un protagonismo inesperado, fue el lugar de alojamiento en los sueños emanados por un experimental cuarteto escocés.
Quizás arañando irrespetuosamente esa espalda sagrada, a quienes sentaron sus antecedentes musicales, Jesus & Mary Chain de la mano con "Psychocandy" se catapultaron en una incipiente escena Noise-Pop; en plena década de los ochentas.
Por aquellos años, en donde los inconformistas chicos sónicos coqueteaban en “Bad Moon Rising” con estructuras más “radiales” y Robert Smith imponía esos raros nuevos peinados, los hermanos Reid daban rienda suelta a la catarsis guitarresca.
Quince explosivas municiones calmas, en el indispensable álbum editado en 1985, certificaron que el iniciático camino alumbrado por Lou Reed y John Cale tenía mucho sentido.
Porque más allá de concebir un ejercicio por experimentación consciente, los disonantes ambientes evasivos trascurren en una placa nutrida de temas breves y directos.
Y cuando la temática prosigue con relacionarse al pesimismo social, tan enraizado desde los explícitos Pistols o el abuso de sustancias alucinógenas, con un tono argumental más ingenuo, el resultado es simplemente encantador.
Gracias a la inquietud demoledora de estos posteriormente alabados “shoegazer”, temas como “The living end" o "Cut dead" plasman la dualidad del preámbulo dulce con un “remate sonoro” lapidario.
Cómo para detenerse o volver a sacar del estante personal un álbum, por el cuál se confirma que 20 años no es nada.