domingo, marzo 13, 2005

Todos Los Días No suelen ser Sábados


Sábado que se inicia bruscamente lubricante.
Los segundos ya no son tan breves. El aire se vuelve amigable. Nuestro, sincero y contemplativo.
¿Cómo expresarte todo, si el tiempo sistemático parece tan delimitado?.
Imaginativos hasta la adictiva obsesión, buscamos ese lugar indicado para la pervertida “acción reñida por la moral”. La enseñanzas ya no son teóricas.
Nada ya importa, total todos pasan sin pasar. Muchos miraran. Otros, los menos afortunados, nos envidiarán.
Los ritmos que intercambiamos parecen decir que si duele gusta.
¿Nos fascina que nos guste?... ¿Sigo?.
Dímelo. Total la plena confianza no solamente sirve para “comentar” sobre el último cahuín familiar.
Autos fugaces, niños que me hacen recordarlo, chicas raras mirando, parejas solicitando intimidad, perros corriendo más metros de lo habitual y aquel rito que para variar nos cobija.
El caminar con apuro, mientras te hablo de ese capítulo regenerativo de mi vida, parece ser tan dulce y breve. El dialogo fundado en ir a cada una de nuestros colinas, subirnos a ella y sentar posiciones racionales.
¿Cierto que somos lo que nos predetermina nuestra maliciosa esencia etérea, sumada a las circunstancias golpeadoras y el cómo saber amortiguarlas?

*La pintura que ilustra este posteo, se titula "Forestal" y es obra de la pintora chilena Inés Puyó (1906-1996). Esta artista nacional pertenece a la "Generación del 28", movimiento que postulaba la supremacía de los valores plásticos sobre cualquier otro elemento subjetivo.



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