Esta vida tan vertical

Nada más afuera. Nada que me interesa. Por hoy, será hasta mañana...

Eso de crear tantas expectativas en alguien y que finalmente venga el instante preciso, desencaja bastante. Ahora si aconteciera lo inverso, significaría que dicha reunión no tiene la importancia necesaria. Pero, las ganas por estar y de disfrutar en los innumerables códigos establecidos predominan maliciosamente.

Llueve en Santiago.
No podía ser de otra manera.
Nuestras esencias tan cargadas de gélidos sonidos masoquistas, se decoran por sí solas.
Cuando logras anticiparte en lo que va decir la otra persona o las palabras toman más que un significado, te descolocas analizando un porqué.
¿Es raro, extraño, loco, irracional?.
Tantos adjetivos que pueden salpicarnos para hacernos entender aquello insoldable.
¿Será necesario para nosotros?. En una de esas, cuando le contemos esta historia a los otros y las preguntas preguntonas nazcan, ya tendremos en donde sostenernos para argumentar.

Anoche, en esos pequeñitos espacios acogedores de la televisión por cable, el escritor barcelonés Enrique Vila-Matas explicaba sobre los espantosos minutos donde el “Azar descansa”. Con esa mirada retraída, le narraba a un cómplice Cristián Warken, sobre los momentos intuitivos que le hacían tomar una decisión tan superficial, como por cuál calle caminar.
Eso de llevar a la vida trivial, los tormentos narrativos siempre esta verdaderamente presente en los iluminados literatos. Brota o destilan por temeroso que parezca. Quizás algunos pueden percibir la humedad sensorial con sublime instantaneidad. O simplemente, como cuando uno práctica una serie de ejercicios físicos, se hace un seductor hábito.
Por supuesto, aquella obra reconstructiva sobre el fracasado joven de 27 años que encuentra el último tablón de naufragio en la literatura en “Lejos de Veracruz” o ese espíritu de siempre reinventarse que inunda explícitamente en “El viaje vertical”; detonaron parte de la conversación.

¿Porqué siempre quedarnos enfrascados en que la lógica determinada al todo?. ¿Porqué nos sentimos tan afectado de todo lo que nos rodea, sin predominar lo que sentimos?. ¿Por qué la intuición sólo ha ganado espacio, en el discurso mercantil del esoterismo?.
La eterna consulta queda sumergida en un Blog desconocido y demasiado ecléctico, para ser tomado en serio por alguien.