martes, enero 23, 2007

La Cine Instancia del Relajo

Desde hace tiempo que me viene dando vuelta la insensata idea de viajar y hospedarme en el desquiciante Hotel Overlook. Más aún cuando releo el corpulento libro recopilatorio de crónicas del trabajo periodístico de Alberto Fuguet en diversos medios, bautizado con el nombre de “Primera Parte”, en donde los desvaríos y asociaciones deliberadamente cinematográficas hacen patente una de sus principales obsesiones.
Si bien nunca me ha dejado creativamente desconcertado las pinceladas literarias ni la ficción que Fuguet profesa, debe ser que mi enraizada parquedad al uso del español choca con sus bien alimentadas vivencias en torno a aquella adoptiva California, sí me conmueve a la hora de narrar sus particulares visiones frente a la pantalla grande.
El tipo se vuela y eso se nota. Y se agradece.
En especial cuando dedica pródigas líneas a dicho crítico ambiente, poco cálido por dónde se le mire, que ronda el Hotel Overlook - lugar propicio para el paulatino enloquecimiento de Jack Torrance- en la antológica película “El Resplandor”. (The shining, 1980).
Clásico de clásico, perturbador proyectil poco ortodoxo de Stanley Kubrick para lo que entonces se asociaba al estructurado concepto del horror más explícito y gore.
Un lugar de tales alienantes y gélidas características, aunque siendo bien riguroso vale decir que el verdadero nombre de dicho hotel es Timberline Lodge, demuestra que una malograda mente puesta al servicio del entorno indicado puede degenerarse para indagar en terrenos psicológicamente impensados y terroríficos.
Claro que me gustaría visitar dichos parajes- dignas parada que alimentaría la embriagante trivia cinéfila de cualquiera- pero mi interés también va por otro carril. Ese que dictamina a pasear por cerca de las montañosas envolventes y confirmar cuál disímil es el contraste que se produce entre lo árido de una zona con respecto al verdor del otro extremo, cómo emulando los inconducentes comportamientos alienantes que va sufriendo el protagónico papel escalofriantemente interpretado por Jack Nicholson, que gira en torno de los brebajes racionales a lo radical y sombrío.
Entre lo esquizofrénico de eso que aturde, versus el vivas tapiz de una tranquilidad aparente, que no es tal.
Creo, corresponde ya hacerlo, el exigir mis prontas vacaciones. Seguro así me llevo y termino el libro de Fuguet.

4 comentarios:

Die Walküre dijo...

El film el resplandor es entretenido,sangriento pero bueno...que agradable un paraje asi...añoro siempre el invierno...el otoño..
Vaya y haciendo referencias de Fuguet...me parece muy bien!
Te dejo un beso enorme!Gracias por tu comentario lo sentí muy cerquita!
Te quiero mucho!
Y ya te extraño montones!
Auf Wiedersehen!

Die Walküre dijo...

Tengo ganas de observar,pero no al vació o hacia la distancia,sino a una mirada certera,cercana...de esas que calman,que llenan de alegría...
Quiero mirarte como si el tiempo fuera nada y a la vez tanto...
Te dejo besitos
Cuidate y mucho suerte!
Te quiero,te lo habia dicho?

Die Walküre dijo...

¿He sido clara?

Marilú dijo...

Nunca me ha podido gustar Fuguet. Su literatura y parada medio pedante, me enervan. Pero bueno, tal vez lea el libro que dices, porque no tengo ningún problema en volver a intentar y, ojalá, cambiar de opinión.