martes, diciembre 12, 2006

"Cuando Muera" por Fiskales Ad-Hok

Del País del Nunca Jamás

Nací bajo la dictadura del, ahora extinto, General Pinochet.
Mis primeras contemplaciones televisivas sobre un gobernante más cercano, tenían cómo referencia a aquel uniformado personaje plomizo, lleno de condecoraciones llamativas, discursos enérgicos y taxativos, infundados en la vocalización golpeadora y destemplada. Un sempiterno personaje que parecía fundamentarse argumentalmente en sus mal redactados discursos, los cuales estaban entonados a la usanza de un verdadero himno marcial.
(“... 1,2,3. Vista al frente”).

Nací en un entorno sociopolítico en donde las disidencias ideológicas se llegaban a saldar de forma socarrona, sin misericordia, amparándose aquellas lapidarias decisiones en el bien superior de nuestro país.
Es más. El “sigiloso” secreto de las voces se sentía a cercanos pasos del dramático zumbido en esas caras fotografiadas en blanco y negro, clamando justicia. Rostros incólumes de hombres con patillas largas y mujeres que se encontraban a la vuelta del pasaje o comprando en el almacén de la esquina.
Siempre me inquietaron esos rostros y, cuando los recuerdos o aparecen públicamente por allí, vuelven mis viscerales escalofríos epidérmicos.

Nací y fui creciendo mirando ese magro ambiente televisivo ochentero, donde se inyectaba cuantiosos recursos económicos a los programas estelares, para así traer a artistas de “talla mayor” e evitar los diálogos contingentes y profusos que sonarían a embarazosa polémica.
Era el tiempo con la platita dulce post recesión económica, de los femeninos trajecitos azulinos (llámese dos piezas) y la instauración cómo método de transacción de las acartonadas tarjetas.
Es que frente a dicho auspicioso panorama de satisfactorias cifras macroeconómicas, el periférico canto de las ollas marginales se entendía solamente en la curva del tan institucionalizado “pago de Chile”, “¡Of Corse!”, pero, por supuesto. Caía de cajón...

Nací allí.
En un país que ya resulta lejano.
Felizmente lejano.
Ojalá que, definitivamente, resulte aún más lejano.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Dejarán de tocar el tema los Fiskales????

Mariposa dijo...

Pasaba a dejarte un besssso conocido- desconocido. Ves que después andas reclamando por nada? yo no soy la señorita ingratitud, soy la señorita "no tengo tiempo de hacer las cosas que quiero".

Hablaré del café hasta el cansancio, jeje

Bessssos pernis!

Nati

Anónimo dijo...

Sí que hizo muco daño el famoso General.

Anónimo dijo...

¿Qué seremos entonces? ¿Una generación perdida; una generación de transición? Como tú, nací y crecí en dictadura y todavía me cuesta olvidar esos años de miedo..pese a que el dictador ya murió.
Saludos
CV

Anónimo dijo...

Nací en plena dictadura, 1977 para ser más preciso. Mi padre y mi abuelo fueron perseguidos por pensar diferente, así que el miedo rondó muchas mi hogar. Disfruté más de alguna vez haciendo sonar cacerolas. Disfruté del plebiscito como un pre adolescente junto a mi padre y abuelo que no cabían de felicidad por el triunfo del no. Todo en mi hogar fue siempre NO a Pinochet y así seguí, siempre en contra del tirano, siempre aunque haya muerto.
Saludos.

Verónica dijo...

Tengo vagos recuerdos de los años 80. No así de los 90.
Sin duda, de aquella época quedarán infinitas incógnitas. Y lo más probable, es que lo sigan siendo.
De los años 80, destaco la música (anglo, ya que el rock latino no se lleva bien con mis oidos) y los estilos.
Quizás, los recuerdos serían muchos más lindos y entretenidos de haber sido todo distinto.

Un abrazo.

Die Walküre dijo...

Primero destaco la frase de Nietzsche,con esa maña tan arraigada de hacernos reir o dudar.
El tiempo pasa para algunos diferente y otros parecemos perdidos en el tiempo,en uno que no nos corresponde quizá,pero que fluye un poco más que propio...
Mueren unos cuantos,importantes o no,para nacer otros que de alguna manera quieren cambiar las historia...
Cuidate mucho
Te dejo un beso
Auf Wiedersehen!