domingo, enero 22, 2006


Pie Forzado

Asiente con la mirada. Juega algo nerviosa, enroscando la punta del cabello mejor cuidado.
Por la ventana, los árboles se tornan amigables y se acomodan con la brisa escasa, algo lejana.
El cuadro que se dibuja, entorpece o irrumpe. Esa noche, esa luz, ese encantamiento.
Desde luego, desde ayer, quizás podría ser. Las conjeturas, los puntos suspensivos tenían valor único.
A lo lejos, unos saltarines gatos de tejados húmedos danzaban antojadizos. Ellos estaban perdidos, oscuros y elocuentes.
Ella, no sabía en que instante había visto la patente de ese auto. Y sus manos, todavía guardaban el olor a limón rayado.
Desde la rama más insignificante, lubricada en los colores pasteles bien embrujados, una pequeña cuncuna se mecía. Ya las horas cándidas del sol depositante, le había abandonado. Pero, la cuncuna se movía precisamente.
Para allá, para acá. Intermitente de insecto, dobles pausado...
En los movimientos, dibujaba celosos trazos e impregnaba en sólo su extensa rama, los olores corporales. Sin embargo, el pequeño ser dejaba en claro que su obrera jornada buscaba el estacionamiento merecido. Ya, la cuncuna participante se aprestaba a seguir el viejo camino.
Mientras, ritual de por medio, la otra "ella" se tocaba.
Trataba de silenciar
sus prejuicios, despojando cualquier imagen fastidiosa, porque pensaba que el momento lo acreditaba. Desde lejos, el interior lo explotaba sin titubear, a contra sentido del refinado vals, dictaminado por la cuncuna remolona, emergía.
Emergía inerte.
Ella, insana de poros abiertos, no sabía el cómo. Sólo se apuraba por encontrar los contornos manoseados, haciendo grandilocuentes círculos que debían de intimidar.
Alguien le recomendó o lo leyó en las revistas pasadas a tinturas femeninas. Lento, cauto, despejando, anestesiandolo, acariciándolo.
Los verbos con sus entonaciones son escuchados claramente. Lo restante, lo del aquí y ahora, será tarea pendiente.

*Las pinturas que soportan estas insensatas palabras son del artista argentino, Eduardo Czentner.

7 comentarios:

Die Walküre dijo...

Una lectura bastante intensa, que en cierta hora desvía hacía la cuncuna desentonante y arriesgada...
Ahí donde deja su camino y sus colores se prende la vida de ella...que intenta, imita y aprende.
Agradables imágenes, constantes, certeras
Auf Wiedersehen!
p.d:pudo ser un nunca, un adiós e incluso un hasta luego...se me oculta el sol, renacen los sueños absurdos

Akasha Déclenché! dijo...

Frialdad apasionada... sí, eso encuentro, una esencia de contradicción, del bendito caos, quizás... algo que cubre todas tus letras... o tal vez esta noche para mí es una visión en el sentido del sin sentido... ¿cliché?, no demasiado.

Profundo tu estilo, tu sitio y "el espejo de tu alma".

Saludos de fuego oscuro.

Gonzaloieb dijo...

potente!!!

Anónimo dijo...

hace un calor infernal aca (Stgo) y tus palabras alivian.
buenísimo blog.

Anónimo dijo...

jorge:

tus artículos (deduzco que eres periodista) son muy sólidos. Ademas es una buena forma de emplear un blog. Pero lo que me llamo a dejarte este mensaje son tus post más personales. Tus historias en donde se nota que estas buscando una identidad al narrar. Ahora lo que se insinua es muy agradable. espero volver pronto por aca y encontrame con mas cosillas interesantes.

Un abrazo.
Marianela.

Mary Rogers dijo...

La incensatez puede ser una delicia, definitivamente. ¿Evocativo? Al hueso.

Gracias por tu comentario. Nostalgia total.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Wow!
Primera vez que te leo... y me gustó =O
Sí!!!
Te seguiré leyende, no lo dudes!
Cuidate
Besos
Chau chau