Aló, ¿Nadie responde?
¿Tendrá sentido el escuchar cuando azota raudamente la lluvia, con la respectiva música de fondo, mientras otros la detestan con afectivo clamor?. ¿Será necesario cobijarse en un piso 17, encapsulados en las comodidades que están presentes ya, cuando allá afuera el golpe del agua arrasa a quién no este bien parado?.
¿Alguien reparará en el fantasmal “aporte” de esas grandilocuentes empresas privadas que pasan por el costado, silbando, mirando hacia la otra acera y haciéndose los locos?. Diciendo, como la mayoría, ese problema social no es mío...
¿Habrá justificación razonable para seguir recolectando artículos o crónicas olvidadas, que en su momento fueron desechados por algunos profesores y tachados de poco contingentes, en esta autodenominada guarida virtual?.
¿Será provechoso deambular imaginativamente, pasando por Providencia con Manuel Montt y visualizar a Enrique Lihn leyendo algún escrito?.
¿Esquizofrenia visual en sus primeras etapas, continuación del mito que emanan muchos literatos o pretensión megalómana de un escritor mal parido que se esconde acá?.
Quizás, aventurando juicio, son alucinaciones imprecisas y producto de la edad, que no deben ser consideradas tan de buenas a primeras. O mucho pinponeo de mail con Die Walkure.
lunes, agosto 29, 2005
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5 comentarios:
Tus articulos siempre son bien recibidos porque entregan mucha información.
La lluvia...para algunos un desastre...para otros el placer, el sonido de la armonía...
Concuerdo con que tus articulos son muy buenos y si ellos no los apreciaron, pues valla que nosotros si...
Cuidate Mucho
Auf wiedersehen!
se necesitan otros blog asi con tantos datos.
Catastrófico me seria visualizar a ese demonizo de los 50. Caminando a paso meditado con un libro bajo el brazo y moviendo la otra mano como escribiendo sin discernir el porque como bien decía unas cuantas veces “escribir por escribir”.
Por otro lado, aquel fin de semana desastroso no hay comentario alguno.
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