Mauricio Redolés- "Kempana"
"Poeta y músico, serpiente y géminis, Mauricio Redolés nació en Santiago, el 6 de junio de 1953. Estuvo en un par de universidades, hasta que, en 1973 inició su tour con el patrocinio del General Pinochet...
-¿Cuál fue la primera banda que formaste al regreso a Chile?.
Se llamó “Son Ellos Mismos”, con Alejandra Jadresic, en el teclado; Willy Ruz, en el bajo; Ulises Guendelman- que había tocado con Andrés, Ernesto y Alejaica y “La Banda del Gnomo”- en la batería y el primer integrante que recluté Alejandro Rivera, quién participó en muchos grupos y que es un gallo, como hay pocos en Chile, con la capacidad de trasmitir su neurosis a través del sonido de la guitarra.
-¿Encontraste un punto de tensión entre el Rock y la Nueva Canción?. ¿Podías conciliar ambos gustos?, porque había una cuestión medio excluyente en el sector militante.
Claro, pero no era tan fuerte tampoco, porque sí se analiza la revista “Ramona” (ligada a las JJ.CC), hay páginas dedicadas a The Beatles, Woodstock y el Rock en buena onda. Más que nada, ellos enfatizaban el contenido político, la cuestión antimilitarista, la guerra de Vietnam, todas esas cosas que alimentaban el remolino de la revolución. Había una especie de simbiosis entre el comunismo y el Rock a través de los hippies criollos.
-Pero había un sector que consideraba al Rock como un fenómeno imperialista.
Obviamente, había algunos que veían una guitarra eléctrica y salían aullando.
-En ese tiempo tú eras oyente: ¿Cuándo empieza tu carrera musical?
En junio de 1975 canté por primera vez en público.
-¿En que circunstancias?
En una celda de la cárcel de Valparaíso en la que había otros 80 presos como yo. Canté “Los momentos” de Los Blops y “Qué pena siente el alma” de Violeta Parra. También recité unos poemas propios, fue mi debut.
-¿Y?, ¿Qué tal?
Bien, bueno, súper desafinado. Me costaba sacar la voz, cantaba bajito. Cuando iba a hacer el segundo tema, un compañero levantó la mano y dijo: “¡Oye, Redolés, pero ahora con los dos pulmones, ¿ya?!”.
-Público exigente.
De ahí volví a cantar como en enero de 1976, en Birmingham, Inglaterra, en un club folklórico que se llamaba “El viejo gallo gris”. Parece que interpreté “Guantanamera” y “¿Qué dirá el Santo Padre?”.
-"Canción Telepática, Rock en Chile", libro publicado el año 1998, trata sobre extensas entrevistas efectuadas por el persistentemente inquieto investigador musical Tito Escárate, quién por estos días organizó el inusual seminario: "Crítica, música popular y memoria. Cuarenta años de Rock en Chile".
De esta publicación, se desprende parte de la conversación que sostuvo con Mauricio Redolés.
domingo, noviembre 26, 2006
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3 comentarios:
Bastante interesante y el video muy entrete...
Ja!tal vez te invite a algo mucho mejor que un café...
Tienes tiempo para pensarlo...
Redolés lo cacho hace tiempo. Es un viejo divertido, pero corre riesgo de ser elevado a megasuperpulento, como pasa a veces cuando se pone de moda "lo que no es moda".
Saludos y gracias por la visita.
que buena redolés... por un par de amigos me han llegado sus textos y pensamientos y uno me trata de convencer de meterme en unos de sus talleres, podria ser... saludos!
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