viernes, agosto 08, 2008


Sin parar ni detenerse: Nuevamente retomo una de esas películas clásicas que cuajaron, sin querer claro está, ciertos lineamientos narrativos audiovisuales muy contundentes e influyentes. Porque sólo basta con que aprecien minuciosamente el aclamado inicio del film “Sed de Mal” (Touch of Evil) que en 1958, actúo y dirigió Orson Welles, para así verificar el eterno plano secuencia que da inicio a la intriga policial… El que sabe, sabe y con Welles no hay dobles lecturas: el tipo dictaba improvisadas cátedras en la pantalla grande.