domingo, enero 23, 2005

Una Noche en La Tierra...

El anterior y antojadizo "rewiew" vivencial, quizás surgió de esa necesidad primaria de plasmar un comienzo... De plantar la raíz... Aunque como disfruto desde pequeño por descolocar maliciosamente "las piezas del rompecabezas", poco a poco se irán palpando parcelados momentos de mis 27 años. Quizás, al más puro estilo cinematográfico de David Lynch, con sus alucinantes fundidos a negro... ¿Sonó muy pretencioso?.
Anoche fue una de aquellas, en donde la Luna ocupa ese instante de privilegio. Siempre seductora y desafiante. Faith and the Muse, el dúo norteamericano que tocó en Blondie hace poco, sonaba con insistencia. "Evidence of Heaven" se fue de una.
Esa Luna impositiva, tan lejana para los que pasan sin claridad. Siempre tan mía... Siempre un lugar de encuentros para quienes están presentes con querer... Me imagino que mi juguetón "Principito", estaba cuidándola como acostumbra a hacerlo... Muy alegre y cómplice de nuestros códigos imborrables, pese a la diabólica distancia que algunos se han encargado de imponer... Que feo, ¿Cierto?.
Gustavo, quién en confianza es conocido como Gugy, tiene desde su nombre aquella carga cultural retroactiva... Sin quererlo o tenerlo en mente, nació de la nada sus amables letras... La excusa justificativa fue rememorar al famoso poeta sevillano.
Pese a que en el último tiempo nuestros acercamientos físicos han sido escasos, la comunicación fluye... Todo fluye, para el asombro de mucho, incluso el mío...
El otro día entre juegos y mimos recíprocos, escuchamos algo de música. El sólo atinaba a sorprenderse y reírse en forma sorpresiva. Yo me sentía mucho más cercano, aunque no era primera vez que teníamos esos acercamientos eternos y alucinantes.
(Basta crear nuestros recuerdos para estar a la mano. Sin puentes demandantes).
Me imagino que aunque escribiera extensamente muchas líneas, en forma racional, no lograría condensar las imágenes tan sensatas del momento. No debería de hacerlo en un espacio tan etéreo como este... Dicen que la confianza se gana paso a paso... ¿Me explico?.
A más kilómetros, pero cobijada en algún rinconcito más introspectivo, debe de estar mi otro yo... Ella es de aquellas fragancias que seducen por la lucidez de sus analices y lo asertiva de sus comentarios.
Cuando alguien logra tocar esas precisas teclas de tu subconsciente, queda refugiada con mayor o divina protección... En lo inverso, cuando el asunto va por el lado más superfluo, la tendencia al rechazo abúlico se vuelve aconsejable. Por lo menos, en mi caso pasa.
Dicen que es sicodélico conectarse consigo mismo. No sé dé adonde escuché o leí eso.
A propósito de muchos acontecimientos mal llamados traumáticos que han desfilado en este último año, me he redescubierto por entero. Cada centímetro, cada lugar tenue.
Cuando uno hace un masoquista y metódico ejercicio de auto análisis, exorcizando sus demonios más indomables, las consecuencias son muy dolorosas...
¿Se trata de crecer, no?. ¿De poder cruzar a la vereda del frente y hacer esa mirada desde la tercera persona singular?...
Que tranquilizador es saber que puedo y me permiten vivir estos procesos necesarios... Felizmente tengo la conciencia de efectuarlo y los míos me han aconsejado, indirectamente, a hacerme cargo...
Esta tarde de domingo, saldré a caminar.

sábado, enero 22, 2005

Sólo la primitiva primera excusa...

Demasiada autoreferencia???
Quizás puede que suene así, pero esto es un necesario ejercicio de catarsis expresiva.
Que les puedo contar de mi???....
En realidad, nunca me ha gustado ser tan lineal y explícito en mis comentario. Si algo deben de saber, lo podrán palpar en los diversos subtextos que decorarán este espacio...
¿El primer indicio?: Por decir algo, mi esencia siempre ha estado ligado al área humanista. Más en específico, al ámbito de las comunicaciones.
Desde pequeño, crecí escuchando radio. Mi amante preferida y leal. Largas jornadas, largas tardes... Aquellas donde el tan manoseado término del "Rock Latino", impregnaban una tranquilidad armoniosa a tiempos dictatoriales. Mucha Radio Galaxia, poca conciencia de las trivialidades más cercanas. O era ¿Soda v/s Los Prisioneros?. Así de simple.
Las innumerables y personalísimas lecturas de las temáticas de Cerati, en contraposición al planteamiento contestario y contingente "del hijo de vecino de Gonzalez"... Esa controversia mal entendida, exagerada por los medios. O los Stones o The Beatles, o River o Boca...
Aún no nacia el disco clave, el insesable "Canción Animal", patentado por el evolutivo trío argentino.
Como buen hijo único, mi entorno familiar impulsaba ese espíritu curioso que emergía naturalmente, en sus primeros latidos... Entre esas horas acaloradas de veranos eternos, moviéndome a lo extenso de un gran patio con parrón incluído, una singular parejas de "amigos" convivía cerca de mi antigua casa... "Raros peinados nuevos" diría una vieja melodía de los ochentas, la cual podría ejemplificar la estampa gamorosa de ellos...
En tiempos donde el formato del cassette hacía de las suyas, "Somebody" de Depeche Mode sirvió de esa primitiva excusa iniciatica... La pregunta y el interés por sumerguirme en aquel microscópico y llamativo mundo, prevaleció en un pre adolescente tímido...
Los impositivos sonidos industriales de "Some great rewards", más los lánguidos tormentos de Martin Gore en "Music for the masses", me capturaron en un dos por tres...
Tiempos de sin sabores, con cuotas de mis primeras secciones de auto reflexión... Momentos en donde mi imaginativo mundo interior, estaba solidificando conscientemente, parte de lo que soy ahora...
Sonidos tan a la mano como "Amor descartable". Imagenes tan terroríficas como un mal llamado líder político imponiéndose por la violencia sistemática... La radio Umbral con su Silvio Rodriguez pegado en el dial y la bebida Free tan mala como ella sola...
No todo tiempo pasado fue tan raro. ¿no?